5 usos que no conocías acerca de las etiquetas RFID

5 de septiembre, 2014

Recientemente nos hicimos eco de las nuevas tecnologías en materia de logística que vienen a proporcionar un nuevo giro al seguimiento y localización de envíos. Las etiquetas RFID se han sumergido de lleno en el sector de la distribución a fin de desbancar al código de barras gracias a su sistema de almacenamiento, lectura y recuperación de datos basados en la comunicación por radiofrecuencia. ¿Y por qué no iban a hacerlo?

De ahí que, paulatinamente, su uso se haya extendido no sólo en el plano de la logística, sino en numerosos ámbitos del panorama tecnológico actual. Por ello, desde Directia, queremos darte a conocer otras de las aplicaciones en las que las etiquetas RFID pueden despertar tu creatividad a la hora de implantarlas en tu modelo de negocio.

1. Logística y cadena de suministro

Optimizar la cadena de suministro de una compañía logística aumenta ostensiblemente la eficiencia, así como reducir los errores y mejorar la calidad en la producción. Y es que en la caótica industria manufacturera, los envíos, la distribución y los datos en tiempo real se convierten en procesos realmente peliagudos de controlar sin ayuda de la tecnología. Por ello, con la capacidad de control y la transparencia que dotan las etiquetas RFID estarás en disposición de convertirte en todo un experto en Seis Sigma, logrando una reducción en los defectos o fallos en la entrega de tus productos a tus clientes.

2. Control de la mercancía

El comercio minorista tiene un techo muy alto en materia de RFID. Es realmente útil para los gerentes que confían en el dropshipping como modelo de gestión de las existencias. Igualmente, los mismos empleados del establecimiento podrán saber en todo momento el estado y la localización del inventario con un lector de RFID. Por otro lado, para las industrias que dependen directamente del manejo de una gran variedad de herramientas, tendrá la capacidad de satisfacer la frustración propia de la gestión de estos activos. A través de los sistemas de rastreo RFID se puede conocer qué empleado ha tenido qué herramienta y si han sido devuelto o no a su almacén.

3. RFID en bibliotecas

La incorporación de estos adhesivos en recintos tales como una Biblioteca Pública mejora la eficiencia de las operaciones propias de la circulación de los libros. Mientras que los códigos de barras requieren una sola posición de lectura, las etiquetas RFID pueden leerse desde varios ángulos, lo que significa que la comprobación, el check-in y el check-out se produzca de una forma casi inmediata.

4. Gestión de lavanderías

Las grandes multinacionales gestionan asiduamente miles de uniformes corporativos de sus empleados. Mediante un sistema basado en etiquetas RFID, las gestiones inherentes al servicio de lavandería pueden ser monitorizadas: qué uniformes están asignados a qué empleados, su antigüedad, el número de veces que se lavan o, incluso, identificar los uniformes extraviados.

5. Control en los accesos

Ciertas áreas empresariales requieren de un permiso específico para acceder a ellas. Por medio de una acreditación RFID previa es posible permitir o restringir el acceso a determinadas áreas en función de los permisos que posea cada empleado. En esta línea, también resulta de gran utilidad para accesos a conferencias o grandes eventos. Mantener un flujo de entrada constante se antoja imprescindible para eventos de afluencia máxima. Las etiquetas RFID permiten eliminar las líneas de registro de la recepción, evitando así la aglomeración de personas en la entrada al recinto ferial.

Y tú, ¿conoces algún otro uso más que se le da actualmente a las etiquetas RFID?

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