Cumplir 40 años significa sumergirse de lleno en lo que los expertos lo llaman como la ‘crisis de la mediana edad’. Afortunadamente, nuestro protagonista, a diferencia de los humanos, no presenta esa necesidad de hacer, vivir, experimentar o probar todo aquello que no ha hecho, y vivido. Y es que el código de barras cumple el 40º aniversario de su primer uso inmerso en una dualidad, ¿la sensación de utilidad será perpetua o ya alcanzada su madurez se acercará cada vez más su fin? Sea como fuere, la historia del código de barras (o UPC, Universal Product Code) ya está escrita ¡Bienvenidos a la máquina del tiempo!
De la necesidad a la concepción
En 1932, un proyecto de la Universidad de Harvard desarrollado por un grupo de estudiantes, entre los que destaca Wallace Flint, propuso un primitivo sistema de tarjetas perforadas como control de mercancías. Este diseño perseguía la necesidad de llevar un registro de inventario actualizado y que a su vez facilitara las labores de los trabajadores.
No obstante, en 1952 dos estudiantes de postgrado, Bernard Silver y Norman Joseph Woodland, idearon el primer código de barras. Estaba constituido por una serie de círculos concéntricos, formando algo parecido a un ‘Ojo de Buey’, que a través de un patrón de cuatro líneas blancas sobre fondo oscuro definirían la clasificación de los artículos, tal y como podemos ver en la siguiente figura.
Para desagrado de sus inventores, este sistema de círculos concéntricos no quedaría más que en agua de borrajas. No sería hasta 1974 cuando se daría el primer uso del código de barras moderno. Todo ello auspiciado años atrás por la Asociación Nacional de Cadenas de Alimentos (CFAN) que realizó un llamamiento a los fabricantes de equipos con el objetivo de la elaboración de un mecanismo que acelerase el proceso de compra. Con el foco centrado en ello, George Laurer, basándose en la idea de Woodland y Silver, inventó el código de barras lineal UPC, permitiendo así su uso comercial, dotando con ello un símbolo común y simple a una necesidad palpable en la industria.
Un paquete de chicles como parte del Museo Smithsonian
Así, el 26 de junio de 1974, a las 8:01 de la mañana, Sharon Buchanan, un empleado del supermercado Marsh en Troy (Ohio) escaneó el primer producto que portaba un código de barras. Esto pudo lograrse gracias a la confección y desarrollo de un escáner lector de UPC producido por NCR Corporation, -casualmente competidora de IBM-. El producto en cuestión se trataba de un paquete de goma de mascar de la marca Wrigley. Actualmente, ese paquete de chicles se encuentra exhibido en el Museo Nacional del Instituto Smithsoniano de Historia Americana como muestra inequívoca del primer uso del código de barras UPC.
A continuación os dejamos un timeline y un vídeo que muestra los diferentes hitos que ha cosechado el código de barras con el paso de los años.
Y tú, ¿también crees que el código de barras supuso un vuelco a la tecnología logística?